Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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1171
Legislatura: 1887 (Cortes de 1886 a 1890)
Sesión: 14 de abril de 1887
Cámara: Congreso de los diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Vizconde de Capo-Grande
Número y páginas del Diario de Sesiones: 67, 1748
Tema: Secuestro del Sr. Galludo Coronel, el Lora del Río

Agradezco mucho al Sr. Vizconde de Campo-Grande la deferencia que muestra al Gobierno, aunque no le agradezco el móvil por que se la tiene, porque si ese mismo móvil lo hubiera tenido presente el partido liberal, no deferencia, sino entrañable adhesión e inmenso cariño debiera profesarle al partido conservador, que ha sido en estas cosas que S.S. trata ahora, un poco más desgraciado que el partido liberal.

Es verdad, el hecho desgraciado, el hecho criminal que ha denunciado S.S., ocurrido en Lora del Río; hecho extraño, porque ni el sitio ni las circunstancias eran a propósito para el caso; que en el sitio en que ha sido secuestrado el Sr. Gallardo, apenas ha habido secuestrados en tiempo de otros Gobiernos, secuestradores que han desaparecido por fortuna, quizá, del partido liberal, no porque tenga más vigilancia que la empleada por otros Gobiernos; pero se conoce que todavía retoña ese mal, que desgraciadamente existe en Andalucía.

Ha habido, en efecto, el secuestro del Sr. Gallardo, y no por 11.000 duros, sino 6.000 ha sido rescatado, encontrándose ya en el seno de su familia. El asunto está sometido, en virtud de la ley vigente sobre esta materia, a la jurisdicción militar. La jurisdicción común, y todas las autoridades están ayudando, en cuanto es posible, a la jurisdicción militar, y a estas horas hay presos tres individuos; uno de ellos creo que es el criado que llevó el dinero a los secuestradores, y los otros dos se cree que sean los secuestradores.

Por de pronto, no se ha podido hacer más; están ya bajo la acción de la autoridad las personas que parece han contribuido al delito, y los tribunales proceden con la mayor actividad, habiendo dado el Gobierno las órdenes más apremiantes y pertinentes al caso. No las necesitaban, sin duda, aquellas autoridades, ni las necesita la jurisdicción militar, que está encargada del asunto, y es de esperar que se haga justicia, y que ésta sea pronta y enérgica.

Por lo demás, el Sr. Vizconde de Campo-Grande se deja llevar un poco por la pasión, y da como cosa segura y real todo lo que dicen los periódicos, que suelen muchas veces estar mal informados, porque precisamente hace pocos días se ha venido hablando de un crimen horrendo y de una heroicidad de una labradora en Andalucía, y averiguadas las cosas resulta que ni ha habido tal crimen, ni tal heroicidad, y lo mismo sucede con la mayor parte de las cosas que ha citado el Sr. Vizconde de Campo-Grande. Ni la criminalidad es hoy mayor que otras veces, ni tampoco es menos la represión que contra la criminalidad se emplea; lo que hay es, que ahora los periódicos tienen más libertad, y publican más las cosas que suceden, los hechos que tienen lugar y hasta los que no lo tienen. Además, ahora se lleva una estadística que no se llevaba antes, estadística que es necesaria, y si no se llevaba antes yo no sé por qué, nosotros la llevamos porque conviene; si hay mal, para que el mal se ponga de manifiesto y aplicarle eficaz y pronto remedio.

Repito, pues, que como antes no se llevaba esta estadística, se ignoraban muchos de los hechos criminales que ocurrían, pero ahora se lleva, y no ocurre nada que no se sepa. No le importa esto al Gobierno, al contrario, cree que es bueno y conduce al mejor castigo de todos los hechos criminales que se puedan realizar.

Agradezco, por tanto, al Sr. Vizconde de Campo-Grande la deferencia con que trata al Gobierno; pero deseo que la funde en otros móviles y en otras razones, no en los móviles y razones en que ahora lo hace, porque no son realmente bastantes para dispensar benevolencia a los Gobiernos. Si el Sr. Vizconde quiere tenerla hacia al Gobierno, téngala por otras causas, no por las que ha indicado, que por esas, repito, el partido liberal tendría que ser mucho más benévolo con el partido conservador que éste lo es con el partido liberal. [1748]



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